Estudio científico de experiencia en otros países da matices para recuperación turística de Aysén

por carlos
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Tras analizar los escenarios de Nueva Zelanda, Colombia y Canadá, investigadores de la línea de Turismo Sustentable del CIEP abordaron el desafío que el sector turístico tiene ante la incertidumbre y volatilidad del complejo contexto en que vivimos, proponiendo conceptos relevantes para gestionar la adaptación de la oferta turística regional.

Tras analizar los escenarios de Nueva Zelanda, Colombia y Canadá, investigadores de la línea de Turismo Sustentable del CIEP abordaron el desafío que el sector turístico tiene ante la incertidumbre y volatilidad del complejo contexto en que vivimos, proponiendo conceptos relevantes para gestionar la adaptación de la oferta turística regional.

A nadie le sorprenden los grandes desafíos económicos que ha producido la actual crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Uno de los sectores más afectados es, sin duda, el turístico. La Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (UNWTO) anunció en mayo de 2020: “En el frente socioeconómico se avecina una recesión global, con la pérdida de millones de empleos. Los viajes y el turismo, que ocupan a una gran cantidad de mano de obra, es uno de los sectores más afectados, con empleos en riesgo a lo largo de toda la cadena de valor. Esto afectará en particular a los grupos más vulnerables de la población, como las mujeres, los jóvenes y las comunidades rurales. Por consiguiente, el sector de los viajes y el turismo requiere un apoyo urgente y medidas de mitigación específicas”. La UNWTO recomienda el apoyo a este rubro en tres áreas, asociadas a la gestión de la crisis e impactos, a los estímulos de recuperación y a la preparación para el futuro. Si bien suena lógico, a los países no les ha resultado fácil su aplicación debido a la creciente volatilidad e incertidumbre que deben gestionar.

Esto motivó a los investigadores especialistas en Turismo Sustentable del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) a generar un documento que sirva como guía a los tomadores de decisiones y operadores del sector turístico de la Región de Aysén, denominado “Matices para la recuperación y evolución turística en Aysén en el contexto de la COVID-19”, que tiene por objeto contribuir al proceso de reactivación y evolución del turismo en la Región de Aysén. En este estudio se plantearon identificar fuerzas impulsoras relevantes para la recuperación del turismo, a partir de estrategias y aprendizajes de otros destinos turísticos basados en la naturaleza, como es el caso de Nueva Zelanda, Colombia y Canadá, identificando características aplicadas al manejo y recuperación ante la crisis que fueran relevantes para Aysén. La idea fue ir más allá de evaluar el éxito o fracaso de las acciones implementadas, ya que enfrentamos un escenario demasiado cambiante y dinámico, muy diferente para cada destino turístico. Más bien se buscó hacer una lectura de las fuerzas impulsoras que subyacen a las medidas adoptadas para el regreso a una “nueva normalidad”, similar o mejor a la que teníamos antes de la pandemia.

Los países elegidos para este estudio fueron seleccionados por sus diversos contextos geográficos y culturales, las experiencias con la pandemia y el grado de desarrollo de los destinos. Por ejemplo, Nueva Zelanda es una isla, un destino lejano y fuertemente vinculado al turismo internacional, que se basa en la naturaleza y en las relaciones culturales que los neozelandeses tienen con ella. Registran una de las tasas más bajas del mundo de casos de COVID-19. En Colombia la mayoría del turismo responde a las modalidades de negocio y ocio, sin embargo, hace unos ocho años, el turismo de naturaleza se está potenciando mucho. En proporción a la población, registra un número de casos de COVID-19 similar a Chile. Por último, Canadá es un destino muy vinculado al turismo internacional, especialmente proveniente de EE.UU, por ende, el impacto de la pandemia es muy fuerte. Sin embargo, tienen un importante flujo de visitantes nacionales enfocados tanto a actividades urbanas y peri-urbanas como en actividades al aire libre. Las zonas rurales y de naturaleza han sido menos afectadas por el virus y en ellas se ha realizado una temporada turística con cierta normalidad el pasado verano del hemisferio norte.

Tras el análisis de 318 documentos, entre los que había artículos de prensa, documentos gubernamentales, informes y páginas web, tanto de 2019 como de 2020, se describieron las acciones de cada país en seis ámbitos: (1) enfoque y escala del turismo antes de  COVID-19; (2) estrategias de salud pública; (3) estrategias de recuperación económica; (4) gobernanza de la respuesta ante la emergencia y la recuperación; (5) resultados iniciales y preocupaciones especiales, y (6) medidas específicas para las áreas protegidas.

Resultados

Como aprendizaje para la Región de Aysén, el informe identifica un aumento de la motivación de las personas por realizar turismo doméstico y visitar las áreas naturales frente a las limitaciones de salud que existen, con tendencia hacia viajes con menos movilidad y mayor extensión en el tiempo, ya que se observa que la reducción de la movilidad, en particular en los centros urbanos y nodos de conexión, reduce la propagación del virus.

Se identifican factores relevantes como la capacidad de reinvención de los empresarios turísticos, reorientando sus operaciones y estructuras para adaptarse al nuevo escenario, junto a la importancia de los datos de investigaciones y las asesorías de expertos como apoyo a la toma de decisiones. Por otro lado, un monitoreo permanente contribuye a evaluar eficazmente la situación y a la sostenibilidad del turismo.

Una acción clave para superar la crisis y mantenerse en el escenario post pandemia es capacitar a los operadores turísticos para elaborar proyectos y solicitudes de ayudas de subsistencia. Asimismo, la capacidad de los tomadores de decisiones para evaluar los estados y dimensiones relevantes es vital a la hora de desarrollar respuestas efectivas, lo que está directamente vinculado a insumos fundamentados en evidencias, que ayuden a un completo análisis de la contingencia y su evolución, y a la colaboración efectiva entre instituciones públicas, privadas y sociales, basado en diálogos focalizados.

Junto a lo anteriormente descrito, las recomendaciones extraídas dicen que, para apoyar la recuperación del turismo, es relevante fomentar y evaluar la sensación de confianza colectiva en la gestión de la pandemia. Para esto, es clave crear un clima de transparencia y fortalecer la sensación de que se están haciendo bien las cosas. En ese sentido, los países estudiados poseen un buen sistema de información pública y monitoreo de COVID-19, con plataformas online que permiten a las personas tener acceso a los datos para la toma decisiones sobre la aplicación o levantamiento de restricciones. De igual forma, la existencia de una buena capacidad sanitaria en el destino turístico es muy valorada por los visitantes, por eso algunos servicios turísticos han participado en los sistemas de control sanitario y atención a sus clientes. Claramente la aparición de una vacuna efectiva mejora mucho la perspectiva de recuperación a nivel mundial, y, por ende, la posibilidad de viajar.

El estudio está disponible en página web de CIEP. Actualmente, los investigadores están organizando un taller que convocará a los actores del turismo, donde darán a conocer los resultados obtenidos y tratarán de generar un diálogo con miras a reflexionar sobre la creación de estrategias de recuperación conjuntas.

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