El sitio Cueva Los Carneros, dentro del predio militar El Baker, fue investigado por arqueólogas y arqueólogos desde el año 2000 hasta el 2022, donde se llevaron a cabo numerosas excavaciones. De lo que se sabe, hasta ahora, tiene una antigüedad de 3.000 años de ocupación, la cual fue muy bien documentada, por medio de 21 fechados radiocarbónicos, lo que lo convierte en un sitio con una cronología muy precisa.
El trabajo realizado fue gracias al apoyo de la IV División del Ejército de Chile, y en dónde además, el Consejo de Monumentos Nacionales aprobó la instalación de una señalética educativa, para que quienes se encuentren realizando actividades en el sector puedan conocer la importancia de este sector del valle del río Chacabuco, así como un poco de la historia de las poblaciones que ahí habitaron.
“Las excavaciones en el sitio arqueológico se llevaron a cabo a lo largo de varios años, lo que implica tener un cuidadoso control de todos los hallazgos y la información que se va recuperando”, indicó la arqueóloga Dra. Amalia Nuevo Delaunay. Quienes trabajaron en este sitio fueron, en sus inicios, el Dr. Francisco Mena en enero de 2000. Luego el mismo arqueólogo, ya perteneciente al Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), regresó con un equipo de investigación el 2011. En esa instancia participó también la arqueóloga María Luisa Gómez, ahora arqueóloga integrante de la Oficina Técnica Regional del Consejo de Monumentos Nacionales. Posteriormente, en el año 2019 y 2022 llevaron a cabo las excavaciones los arqueólogos de CIEP; Dr. César Méndez y la Dra. Amalia Nuevo Delaunay, completando toda la secuencia de ocupación humana de la cueva. “Durante los distintos años de excavación se recuperaron instrumentos de piedra que son similares a los de otros sectores de la región de Aysén. Los hallazgos muestran la diversidad de actividades que se llevaron a cabo, como el faenado de presas, el trabajo del cuero y la confección de puntas de proyectil y otras herramientas líticas. Por su parte, los huesos que los ocupantes fueron dejando en la cueva dan indicio de los animales que formaron parte de su dieta, como por ejemplo restos de guanacos, huemules, piches, choiques y otras aves” indicó la arqueóloga de CIEP.
José Mansilla, director del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Región de Aysén, destacó el trabajo de los arqueólogos de CIEP y el apoyo del personal de Ejército, y resaltó la importancia de instalar la señalética educativa, la que permitirá relevar la historia de este lugar y de este sector conocido como “Entrada Baker”. “Como Servicio del Patrimonio nos interesa que esto se pueda replicar en otros lados”, a su vez, el director regional hizo hincapié en el apoyo que se requiere para que estos lugares se protejan. “La tarea principal es seguir educando sobre el Patrimonio”.
El Coronel Javier Mendoza, por encargo del comandante de la IV división del ejército, General Pérez, agradeció esta iniciativa, destacando “el Ejército busca contribuir la investigación científica, y qué mejor que en elementos que conserven nuestro Patrimonio, un recurso importante que permite conocer nuestra historia. Para nosotros es de principal relevancia darle seguridad y proteger este sitio patrimonial y arqueológico”. Para finalizar el Coronel dejó abierta las puertas para que universidades y centros de investigación puedan trabajar en el sitio y colaborar así al desarrollo científico. El Coronel, quién asistió en representación del Comandante, estaba acompañado además por el Teniente Coronel Alexander Betzhold, Asesor de Veterinaria y personal de la Brigada de Montaña del Predio Militar Baker.
“Si bien la instalación de un cartel en un sitio arqueológico es una intervención, los profesionales contaban con los requisitos para realizarla y es una buena forma de informar a la comunidad y también de educar en temas de patrimonio y de la protección legal de los sitios arqueológicos” constató María Luisa Gómez, Encargada (s) de la Oficina Regional del Consejo de Monumentos Nacionales y arqueóloga, destacando que siempre deben ser evaluadas, dependiendo del tipo de intervención y cómo deben ser ejecutados. En este caso se determinó que era apropiado y aportaba a difundir el trabajo arqueológico y de los resultados que se obtuvieron con la investigación. “Creemos que entre más la gente conozca qué ocurrió ahí, más va a protegerlos”.
Para el Subdirector Científico de CIEP Dr. Brian Reid, quién también concurrió al corte de cinta del sitio, quedó muy contento de la excelente disposición del Ejército de Chile “El trabajo que realizaron las y los arqueólogos en colaboración con el Ejército de Chile es una primera instancia que seguramente será el inicio de muchas otras en adelante, ya que este sitio es fascinante para la investigación científica. Además, es impresionante el conocimiento que tiene el personal de Ejército sobre el entorno y la naturaleza, lo que tiene mucho potencial para la colaboración”.
Finalmente, todas y todos los asistentes concuerdan que la colaboración fue vital para difundir el trabajo científico y relevar la importancia arqueológica del sector Cueva Los Carneros, la que sin duda es uno de los importantes sitios patrimoniales que alberga la Región de Aysén y que relata cómo vivían los antiguos cazadores recolectores que habitaron los valles y pampas patagónicos.