https://doi.org/10.3390/land11081351
Comprender la utilización de corredores biológicos naturales es esencial para caracterizar el uso pasado de paisajes marginales ocupados en los bordes de las tierras altas de la Patagonia occidental habitada por grupos de cazadores-recolectores de esta región. En este estudio, se combinaron modelos de rutas de bajo costo, sondeos arqueológicos y excavaciones para determinar los posibles desplazamientos a lo largo de la margen sur del lago General Carrera. La metodología incluye definir datos inciertos que permiten modelar un conjunto de rutas equiprobables, de esta manera evitar los errores y sesgos de predictores ambientales, como la ladera, la superficie del suelo y la estacionalidad. Los resultados identifican cuellos de botella en los corredores biológicos de movilidad, es decir, zonas geográficas con una alta probabilidad de que converjan rutas de viaje con recorridos equiprobables. Además, se identificaron las zonas en las que es probable que las rutas de desplazamiento diverjan en múltiples rutas semiparalelas. El estudio de los yacimientos arqueológicos proporciona datos estratigráficos para establecer la cronología y las características de la movilidad a lo largo de este transecto. La correlación entre los yacimientos arqueológicos y las rutas, en concreto para los escenarios de control y los de invierno, demuestra la calidad de estas predicciones de rutas. Estos resultados indican el uso repetido de espacios internodales que se incorporaron eficazmente a la movilidad durante los últimos tres milenios.
Palabras clave: movilidad en el pasado; superficies de costa; variabilidad estocástica; rutas de cazadores-recolectores; Holoceno tardío; Patagonia Centro-Occidental; rutas de bajo costo