https://doi.org/10.1029/2021GB007163
Controles y patrones globales de inmovilización de nutrientes sobre la celulosa en descomposición en ecosistemas fluviales
Los microbios desempeñan una función fundamental en la descomposición de la hojarasca vegetal e influyen en el destino del carbono en ríos y zonas ribereñas. Al descomponer la hojarasca vegetal con bajo contenido en nutrientes, los microbios adquieren nitrógeno (N) y fósforo (P) del medio ambiente (es decir, inmovilización de nutrientes), este proceso es potencialmente sensible a la carga de nutrientes y al cambio climático. Sin embargo, los controles ambientales sobre la inmovilización apenas se conocen debido a que las tasas también se ven afectadas por la química de la hojarasca vegetal, que está ligada a los mismos factores ambientales. En este trabajo se utilizó un sustrato estandarizado de materia orgánica de bajo nivel de nutrientes (cotton strip, instrumento que mide la concentración de nutrientes en el suelo) para cuantificar la inmovilización de nutrientes en 100 arroyos emparejados y zonas ribereñas que representan 11 biomas de todo el mundo. Las tasas de inmovilización variaron en tres órdenes de magnitud, estos valores fueron mayores en los ríos que en las zonas ribereñas y estuvieron fuertemente correlacionadas con las tasas de descomposición. En los ríos, las tasas de inmovilización de P estuvieron controladas por las concentraciones de fosfato en las aguas superficiales, en cambio en las tasas de inmovilización de N no estaban relacionadas con el N inorgánico. La relación N:P de los nutrientes inmovilizados estaba estrechamente limitada a una relación molar de 10:1 a diferencia de la amplia variación en la relación N:P de las aguas superficiales. Las tasas de inmovilización dependían de la temperatura en las zonas ribereñas, aunque no de los ríos. Sin embargo, en los ríos el suministro de nutrientes controlaba en definitiva si los microbios podían alcanzar la tasa máxima de descomposición esperada a una temperatura establecida. En conjunto, se demostró que el suministro exógeno de nutrientes y la inmovilización son puntos de control críticos para la descomposición de la materia orgánica.