https://doi.org/10.1080/26395916.2022.2155248
Los intereses de los visitantes pueden ser cruciales para entender la conectividad de los humanos en la naturaleza. Se analizó la relación entre las personas y las especies de flora y fauna (nativas y exóticas) a través de videos de YouTube de una región boscosa (del sur de la Patagonia) publicados por visitantes de diferentes partes del mundo. Se calificó a las especies de flora y fauna observadas por los visitantes y se calculó el tiempo que aparecen en los videos para poder representar su conexión con la biodiversidad. Las observaciones de la biodiversidad se contrastaron con las características sociodemográficas de los visitantes (edad y género) mediante la prueba Van der Waerden y análisis multivariados. Se creó un sociograma que mostró las conexiones entre especies a través de los enlaces de los visitantes a estos datos. Los resultados revelan distintos grados de relaciones entre especies, donde algunas exóticas se prefirieron por sobre las nativas (prueba Van der Waerden p = <0.100). La diferencia en los enlaces asociados a las especies de flora y fauna estaban relacionados a la edad y género de los visitantes. Los intereses de los visitantes fueron modulados mediante el acceso a los diferentes tipos de ecosistemas (p. ej., bosques) y lo comunes o raras que son las especies, además de su docilidad. El género y la edad tuvieron menos influencia de la que se esperaba en los intereses, pero esto determinó valores diferenciales en la diversidad nativa y exótica. Tres grupos de especies emergieron del sociograma con base en la conectividad entre los visitantes y las especies de flora y fauna, lo que evidenció altas conexiones entre árboles nativos (Nothofagus spp.), castores exóticos (Castor canadensis) y gansos y patos nativos (p. ej., Chloephaga picta). El novedoso enfoque utilizado proporciona datos valiosos que pueden utilizarse para comprobar la influencia del sexo y la edad en los distintos intereses por la biodiversidad. Esta información tiene aplicaciones potenciales para la conservación de la naturaleza mediante la detección de biodiversidad con menos interesados y los tipos de ecosistemas que pueden ser promovidos, para así captar el interés de los visitantes y mejorar la oferta de actividades acordes a las observaciones de género y edad.
https://link.springer.com/article/10.1007/s10531-022-02478-7
Las áreas protegidas (AP) representan el principal mecanismo para proteger los ecosistemas globales; sin embargo, las competencias actuales a menudo conllevan a desequilibrios geográficos para el manejo de las AP en todo el mundo. Los paisajes sonoros de las AP demostraron ser un elemento valioso para un manejo eficaz, debido a la importancia de los sonidos naturales para la salud de los sistemas naturales y las experiencias gratificantes para los visitantes. Este artículo utilizó una revisión bibliográfica sistematizada de investigación sobre paisajes sonoros de las AP, para realizar esto se agruparon las áreas de estudio descritas, que correspondían a 218 artículos con las AP de la Base de Datos Mundial sobre Áreas Protegidas (WDPA, por sus siglas en inglés). Los estudios se llevaron a cabo en 372 AP, que se catalogaron por ubicación geográfica, tamaño (cuando fue posible), país y continente. El gráfico de datos incluyó palabras clave extraídas, objetivos de investigación, métodos, resultados y proyecciones futuras de investigación. El análisis numérico y geográfico se centró en comprender la naturaleza, el alcance y la distribución de los estudios, mientras que el análisis temático se empleó para identificar tendencias con respecto a métodos, resultados y futuras investigaciones. Los resultados del estudio identificaron desequilibrios geográficos y de contenido entre los estudios desarrollados en zonas tropicales y templadas, entornos terrestres y marinos, y, por último, en el Norte y en el Sur Global. En la discusión se examina cómo iniciativas mundiales pueden contribuir a un intercambio de información y recursos que facilite la transferencia de conocimientos y capacidades entre ambas regiones.
https://doi.org/10.1016/j.tfp.2022.100321
La Cordillera de los Andes es considerada un foco global de biodiversidad, donde los bosques de Polylepis son uno de los más amenazados de la zona. Se evaluó la distribución y cobertura del bosque de P. tarapacana; además, se relacionó este patrón con factores ambientales topográficos, climáticos y geográficos a nivel de paisaje. A lo largo de 93 parcelas, se realizaron mediciones de la estructura forestal en función de su homogeneidad, accesibilidad y tamaño (parches de bosque de hasta > 1 ha cada uno). Se utilizaron procesos de mapa binning hexagonal para estimar la superficie forestal, como proporción del área del hexágono cubierta por bosques, y se realizaron ANOVAs unidireccionales para evaluar su variación en función de los factores ambientales. Los resultados muestran que los bosques de P. tarapacana están ampliamente distribuidos, con una superficie forestal de 8519,8 ha entre 2462 parches de bosque y una media del 6,7 % de cobertura forestal (1296 hexágonos – 129600 ha). Según los resultados, toda la distribución forestal abarca una extensa gama de condiciones ambientales. Se identificaron que las pendientes y elevaciones fueron los principales factores ambientales que determinaron la distribución y cobertura de P. tarapacana. Las variaciones en el área y la superficie forestal indican una gran preferencia por las laderas orientadas al norte y al este (18 y 24°) y las elevaciones intermedias (4400 – 4500 m s. n. m.), con una zona de vida de matorral seco subalpino tropical que representa el 62,1 %. Las variaciones en la superficie y la cubierta forestal indican una marcada preferencia por pendientes orientadas al norte y al este (18 y 24°) y las elevaciones intermedias (4400 – 4500 m s. n.m .), con una zona de vida de matorral seco subalpino tropical que representa el 62,1 %. La investigación demuestra que el mapeo por teledetección y los sistemas de información geográfica son métodos eficaces para identificar variables del hábitat vinculadas a la superficie forestal amenazada y a las evidencias de vulnerabilidad de los bosques ante el continuo cambio global.